La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron...

La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Somos lo que recordemos haber sido y seremos lo que otros recuerden que fuimos

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Nombre: coahuilteco
Ubicación: Muzquiz, Coahuila, Mexico

viernes, agosto 17, 2007

lazos con el número 22 en variedad de hechos...

Monumento a los caidos en el Terremoto de Mexico 1985 y a la Participación Ciudadana en los rescates... 22 años después

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El número 22 que comentamos en el anterior "Capillita y 13 Cruces en Barroterán" vuelve en esta reseña pues este 2007 se cumplen 22 años del terremoto del jueves 19 de septiembre de 1985, conocido como Terremoto de México de 1985, ocurrió en la zona centro de México y ha sido el más significativo de la historia escrita de nuestro país, superando en intensidad al terremoto registrado el 28 de julio de 1957 en la misma Ciudad de México, mas adelante narrare mis memorias de esos tiempos, entonces casado con Thelma Higdon, o sea Terry Mitchell.

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El jueves 19 de septiembre de 1985, estabamos SandraLuz y yo, en nuestro apartamento de Monterrey, viendo el noticiero, cuando la programación se suspendió... pensamos que seria falla de la Tele, pero despues por radio llego la noticia, tratamos de hablar por telefono, SandraLuz con su familia, y yo, con mis hijas Marcela y Gabriela, y saber de ellas, lo que solo fue posible a traves de los misioneros del templo a San Juan Bosco, en contraesquina de nosotros y que tenian radio de onda corta... inmediatamente organize viaje al DF, mande a unos de mis trabajadores que equiparan mi mejor camioneta, con tanques de gasolina extra, compraran equipos de transfusiones, jeringas, antibioticos, agua purificada, etc, etc... y salimos de volada

  • Este fenómeno sismológico se suscitó a las 7:19 hrs. con un registro máximo de 8.1 grados en la escala de Richter, cuya duración aproximada fue de poco más de 2 minutos (similitudes notorias con el reciente de Perú)
  • Llegamos amaneciendo el siguiente día (20 de septiembre), checamos a la familia de SandraLuz y despues estando en casa de mis hijas, como a las 19:38 una réplica de menor intensidad con una magnitud de 7.9 grados en la escala de Richter vuelve a estremecer a la ciudad, a mi me pescó ayudando a unos héroes de la CFE a reconectar lo fusibles del transformador que alimentaba el sector, los operadores estaban trabajando ininterrumpidamente y me ofrecí a manejar la pértiga desde la canastilla que operaba el mas despierto, (yo habia practicado mucho, en la engorda que tuvimos en Charcas, Guanajuato, los Augustos Bouras, Howard Reed y yo, pero eso es otra historia)
  • Encontramos despues de mucho batallar, a quien entregar la ayuda que llevávamos, no habían jefes u oficiales de ninguna dependencia a cargo de nada, sabrá Dios que hicieron con ella, pero nos dio gusto ver que de inmediato la población civil se organizó improvisando estaciones de auxilio y la gente que podía donaba artículos y contribuía como le fue posible al esfuerzo de recuperación; esto incluyó mover piedras a mano, regalar linternas, cascos de protección, etcétera. Automóviles civiles se tornaron en vehículos de auxilio.
  • Líneas de personas movían medicamentos para ser inspeccionados para después ser suministrados. Las primeras acciones organizadas fueron realizadas por los grupos scouts de las localidades afectadas, mismas que fueron sostenidas durante varios meses con la atención de damnificados; Cruces dibujadas con un color rojo sobre papel eran suficientes para identificar personal o locales de auxilio.
  • Fue notorio que la población civil tomó en sus manos las labores de rescate. Eso implicó la auto-organización de brigadas, reforzadas especialmente por estudiantes de las carreras de medicina, ingeniería y ciencias, principalmente. Tiempo despues conocimos al escultor Sergio Fernandez, Brigadista de Topos al Rescate, de renombre Internacional, y al que identificamos como Mexicano y Patriota de Excepción, creador de la escultura de Juana Catalina Romero, la Didjaza que tuvimos en el jardín de la Florida