La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron...

La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Somos lo que recordemos haber sido y seremos lo que otros recuerden que fuimos

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Nombre: coahuilteco
Ubicación: Muzquiz, Coahuila, Mexico

lunes, junio 01, 2009

1 de Junio de 1917, Venustiano Carranza nacionaliza la flota marítima de México...

El 1 de Junio de 1917 Venustiano Carranza de la Garza, expide un decreto que aplica definitivamente el Artículo 32 Constitucional, en cuyo cumplimiento toman posesión de los barcos mercantes nacionales México, Coahuila, Tamaulipas, Sonora, Jalisco, Tehuantepec, Puebla y Tabasco , los capitanes mexicanos por nacimiento José del Carmen Solís, Armando Ascorve, Luis G. Pliego, Luis Hurtado de Mendoza, Agustín Cendreros, Alberto Pawling, Agustín Guillén y Rafael Izaguirre Castañares. Culmina de este modo, el proceso iniciado meses antes en el Constituyente de Querétaro, que legitima el derecho de los marinos mexicanos de ocupar y desempeñar los diversos cargos de los buques nacionales. El 16 de enero de 1917, se leyó el dictamen sobre el proyecto de artículo 32 que había enviado Carranza al Congreso, y que prohibía que los extranjeros, en época de paz, pudieran servir en el Ejército o en las fuerzas de policía y seguridad pública. Se argumento para solicitar su aprobación: “¿A quién si no a los mexicanos debe encomendarse la vigilancia efectiva y la conservación absoluta del orden público? ¿Quién si no ellos tienen la obligación imperiosa de velar por la integridad nacional?... "El extranjero, con raras excepciones, ni siente con nosotros las lamentaciones de la patria, ni se preocupa en nada por el bienestar y engrandecimiento de México. Por lo regular, su afán único es procurarse una for tuna que le permita vivir cómodamente y no aparta ni por un solo instante de su mente el pensamiento y el recuerdo de su país nativo”. Durante el debate, por proposición del diputado Cravioto se agregó al artículo, el derecho de preferencia para los mexicanos para toda clase de concesiones: “Entiendo el mexicanismo en esa forma: en arreglo a las circunstancias, hay que preferir a los mexicanos en igualdad de circunstancias v en nombre de este mexicanismo pido también a la Asamblea, como a la Comisión, se sirva aprobar lo que pro pongo”. Asimismo, por iniciativa del diputado Cándido Aguilar se adicionó el requisito de nacionalidad por nacimiento para los miembros de la marina de guerra y para los oficiales y dos terceras partes de la tripulación de la marina mercante, dada la experiencia de que los dueños y encargados de nuestros buques mercantes, lejos de cooperar con el gobierno en los momentos difíciles, se apresuraban a “abanderar en el extranjero dichos buques sin oposición alguna por parte de la tripulación, porque siendo ellos mexicanos nacionalizados y aun extranjeros, vieron con tibieza y aun con agrado esta actitud antipatriótica”. El dictamen se sometió a debate el 19 de enero de 1917 y fue aprobado el siguiente texto por unanimidad de 139 votos: “Artículo 32. Los mexicanos serán preferidos a los extranjeros, en igualdad de circunstancias, para toda clase de concesiones y para todos los empleos, cargos o comisiones del gobierno en que no sea indispensable la calidad de ciudadano. En tiempo de paz ningún extranjero podrá servir en el Ejército ni en las fuerzas de policía o seguridad pública” Para pertenecer a la Marina Nacional de Guerra y desempeñar cualquier cargo o comisión en ella, se requiere ser mexicano por nacimiento. Esta misma calidad será indispensable en capitanes, pilotos, patrones y primeros maquinistas de los buques mercantes mexicanos, debiendo tenerla, además, los que compongan las dos terceras partes de la tripulación”. La ley recogió así, la amarga experiencia histórica que significó carecer de una marina nacional. Durante los primeros cincuenta años del México Independiente, el gobierno suscribió diversos contratos de navegación, con buques extranjeros subvencionados por el gobierno para dar servicio de carga y pasajeros en tráfico de altura con los Estados Unidos y de cabotaje en ambos litorales. Después fueron apareciendo diversas empresas navieras que contaban con buques de vapor, que también conectaban a México con Europa y que gozaban de subvenciones gubernamentales. Durante todo ese tiempo, se contrató a extranjeros, principalmente en los cargos de jefes de máquinas, para tripular los barcos mexicanos de guerra y mercantes. Estos extranjeros disfrutaban de mejores condiciones económicas que sus colegas mexicanos. A finales del porfiriato con el propósito de desarrollar a la armada, se fundó la Escuela Naval Militar para formar personal nacional y sustituir a los extranjeros, y durante la revolución, quedó claro que México no podía seguir dependiendo de las flotas y tripulaciones extranjeras, que debía proponerse contar con su propia marina nacional. Este es el sentido del artículo 32 Constitucional y del decreto que hoy expide Carranza. Doralicia Carmona: MEMORIA POLÍTICA DE MÉXICO.