La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron...

La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Somos lo que recordemos haber sido y seremos lo que otros recuerden que fuimos

Mi foto
Nombre: coahuilteco
Ubicación: Muzquiz, Coahuila, Mexico

martes, julio 05, 2005

recordando a los JULIOS importantes

Es automático, entrando el mes de julio me recuerdo a todos los Julios que han tenido importancia en mi vida, al médico cirujano Julio Scheib Avila, esposo de Manuela Burguet Lozano, padres de Clara Scheib Burget la que fué mi esposa y madre de mis hijas y el excelente internista Dr. Julio Scheib Garza, hijo de Julio en un primer matrimonio y por lo tanto medio hermano de Clara. En la foto que vemos arriba, a la derecha esta mi hija Marcela Múzquiz Scheib al centro, Julio y a la izquierda mi otra hija Gabriela Múzquiz Scheib, con el médico Julio Scheib Garza tengo una deuda impagable, pues la hermosa Gabriela nació con problemas cardiacos, me tocó a mí oír su soplo cardiaco a los 4 o 5 días de nacida, me impresionó mucho y ante lo que yo creí error Divino o injusta fatalidad, me encogí y me quedó grande el compromiso... así a duras penas y sólo por la total abnegación, cuidados y atención esmerada que le dio Clara, Gabriela pudo crecer y llegar al tiempo mejor para que la pudieran intervenir con cirugía a corazón abierto.

Esto pasaba en un tiempo en que apenas se estaban desarrollando técnicas para realizar esa clase de operaciones con pronósticos favorables. Habíamos hecho contacto con doctores famosos por el éxito de sus técnicas operatorias, de alguna manera había conseguido que el equipo de uno de ellos el cirujano, Denton Cooley se enteraran de Gabriela. Todo pintaba para costar una fortuna, empeze un fondo y esperé. Pero... a la hora del ¡¡¡ AHORA !!!, el tío Julio y la entonces su esposa la tía Judit, le hicieron lugar en la altruista Institución Rosa Verde del hospital Santa Rosa en San Antonio Texas y nos conectaron con el doctor Lepere, que en una larguísima intervención donde ensayó una nueva técnica para la anestesia y un nuevo corte para abrir el costado de Gabriela, además super cirujano, consiguió Julio a una magnífica internista, la doctora Colete Kohler que vigiló la post-operación literalmente día y noche y entre los dos sacaron adelante a Gabriela. (por cierto... presencié la operación y de la mesa de operaciones la pasaron a una camilla y despertó y viéndome me dijo papá cómprame un triciclo amarillo... el doctor, que no hablaba español me preguntó que me había dicho y cuando le explique lo que yo creía una quimera me dijo... Miguel, tenga fe, dentro de tres días si usted le trae el triciclo yo la autorizo a usarlo en el pasillo... la operación salió muy bien... pero doctorapenas tres días, si tres dias, contestó, ¿cuando se le poncha una llanta y usted la parcha BIEN a poco la infla días despues y poco a poco?......

Han pasado muchos años, a veces el recuerdo de mis errores me espanta el sueño, Clara, Marcela y Gabriela han forjado sus vidas aparte y por sí solas. Al recordar lo que yo entonces calificaba como error de Dios ví que no era tal, pues para tratar a cada Gabriela que nace, hay madres que las cuidan como Clara y forja doctores como los Scheib, Lepere y Kohler y encuentra mecenas para altruistas fundaciones como la Rosa Verde... doy gracias a Dios por que ellas hayan superado las carencias en las raciones a que yo estaba obligado y... le pido que me ilumine para seguir el mejor camino... Gracias Julio Scheib Garza