La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron...

La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Somos lo que recordemos haber sido y seremos lo que otros recuerden que fuimos

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Nombre: coahuilteco
Ubicación: Muzquiz, Coahuila, Mexico

viernes, octubre 14, 2005

La venerable, Maria Teresa Josephina Justina Gonzalez Quevedo y Cadarso; nace en 1930, como yó, se llama Teresita, como mi hermana, y su consejero, el notable jesuita, Jose Luis Múzquiz de Miguel, se apellida Múzquiz como nosotros

Estamos en 1947. Teresita tiene 17 años. En verano la familia va a Fuenterrabía, en el norte de España, para pasar sus vacaciones, en un tramo costero cercano a la frontera francesa. Allí Teresita se encuentra de maravilla: le encantaba pescar calamares con los pescadores, jugar a tenis, y amaba participar en las típicas danzas vascas en la plaza del pueblo. Pero no descuidaba su compromiso por los demás. De hecho participaba activamente en las ventas de beneficencia a favor de las misiones, deambulando por las tiendas artesanales para procurarse lo necesario.

  • Es evidente que atraía el interés de los chicos, impresionados por su belleza, por su elegancia y por la alegría espontánea de su comportamiento. Reían, bromeaban, cantaban con ella, y sin embargo muchos de ellos dirán más tarde que tenían la sensación de no poder ir más allá de una sana amistad, porque veían en Teresita algo indefinible, que invitaba al respeto, presentían tal vez que su horizonte superaba al de una chica normal de esa edad que sueña y desea...
  • En efecto, María-Teresa había tomado ya la clara decisión de dar el "gran paso", de pedir el ingreso en el Noviciado entre las Carmelitas de la Caridad. Pero era una decisión que nadie conocía todavía, y que a muchos cogería por sorpresa. Al final del verano, comienza de nuevo el año escolástico. A fines de octubre participa en un acontecimiento especial: el congreso de la Juventud Misionera que las carmelitas organizan en Tarragona. Unos 400 jóvenes llegan desde toda España a esta ciudad, y María-Teresa está a la cabeza del grupo de Madrid. Una participación activa y entusiasta, como de costumbre.
  • En Tarragona el tema del congreso son las misiones en China. Teresita - ya sensible a estos temas - se siente conquistada aún más por el ideal misionero, de tal manera que se puede decir que éste constituye una de las motivaciones que la han empujado a elegir la vida religiosa, esto es, el sueño de participar en primera persona en el trabajo misionero. A esas alturas ya había "adoptado a distancia" un niño de las misiones, enviando ofertas para su educación.
  • Durante su Noviciado manifestará explícitamente este deseo suyo: "Yo tengo declarada vocación de misionera, mi vocación es clarísima". Pero como ya ocurriera a S. Teresa de Lisieux, que hubiera preferido dejar Francia para ir a un Carmelo en Vietnam, la enfermedad le impidió realizar este sueño, al menos en esta tierra... ¡La noticia! El 21 de noviembre de 1947 decide comunicar su decisión a su tía Sor Carmen, que se encuentra en Carabanchel, precisamente donde está el Noviciado. Ésta comprende la seriedad del paso de su sobrina, pero intenta hacerla reflexionar: - "¡No, Tere, no; eres muy joven... - le dice - debías entrar como tía Irene y yo, a los veinte años..."
  • - "El Padre Músquiz también me lo aprueba. - replica Teresita - [...] No digas nada en casa, porque quiero ser yo la primera que lo diga a papá..." El Padre José Luis Múzquiz , fue uno de los primeros 12 apóstoles de san Josemaría Escribá de Balaguer, y cuando estoy escribiendo esta nota me llegó noticia de otro Muzquiz, Carlos Durán Múzquiz, que el 31 de mayo de 2003, se ordenó sacerdote del Opus Dei junto a 25 postulantes) le sugiere - conociendo la especial devoción de Teresita por la Virgen María - que comunique a la familia su decisión el 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada. Pero también sobre este punto Teresita tiene un proyecto preciso: con un exquisito sentido de la delicadeza decide comunicar la noticia sólo después de la Epifanía, para que la Navidad transcurra serenamente.
  • El 20 de diciembre las alumnas se reúnen en la Capilla para rezar juntas antes de separarse para las vacaciones de Navidad. Y allí su compañera Adelaida Muñoz nota en sus ojos lágrimas silenciosas... Evidentemente Teresita advierte ahora con claridad el peso de la separación que la espera: separación de la familia, de los amigos, de los compañeros de escuela... Pero es sólo un momento, y con gran fortaleza de ánimo vuelve a hacer gala prontamente de su alegría habitual...
  • Poco después, el día de Nochebuena, escribe una de sus últimas cartas "frívolas", en la que cuenta a su amiga Marisa cómo es el nuevo coche que ha comprado el padre: "Es muy bonito, de color verde claro, con aire frío y caliente y muchas cosas bonitas; falta sólo la radio..." Cuenta además que ha participado en una fiesta: "Ayer Maruja Parrella, ya sabes quién es, ha hecho una fiesta por sus 18 años: me dieron permiso para ir, aunque terminó a las dos y media de la noche... Me he divertido un montón y nos hemos vestido de adultas: una falda de terciopelo negro que me llegaba casi hasta los pies... Lo más interesante es que me he puesto tacones..." Pero al final de la carta escribe: "Si quieres hacerme el favor de rezar por una intención mía, te quedaré muy agradecida". La amiga no sabe todavía en qué está pensando Teresita, y desde luego no habría podido adivinarlo por el tono despreocupado de la carta...
  • Estamos - pasada la Navidad - a 7 de enero de 1948. (miguel Múzquiz Cantú, estudiaba en el TEC de Monterrey) Teresita, como había decidido, comunica a su padre la "gran noticia"... El padre comprende... conoce a su hija, sabe que si se ha decidido a dar este paso es porque está segura de lo que hace, pero intenta igualmente que reflexione sobre ello un poco más: - "Pero, ¿cómo, Teresuca, tú te das cuenta de lo que es eso? ¿Tú que eres tan animada, que te diviertes tanto en las fiestas?..." - "Nada de eso me llena." - "Oye, y ¿tú sabes que si eres religiosa, te espera una vida de mucho sacrificio?" - "Pues ya lo sé: si eso es lo que voy buscando." Y comunica también a su padre la fecha que ha elegido para ingresar en el Noviciado, el 23 de febrero... Al padre que, un tanto sorprendido, le pregunta el motivo de la elección de esta fecha, Teresita le responde simplemente abriendo los dedos de la mano... "Porque mira, papá: dos y tres son cinco... ¡María...!" Ingreso en el Noviciado y... ¡nieve!
  • Naturalmente, la noticia se propagó rápidamente entre parientes, amigos y compañeros de escuela, y supuso una gran sorpresa para todos... Como es natural, hubo diferentes opiniones: unos dicen que es exaltación de adolescente, otros comentan que es una pena que una chica tan guapa, elegante e inteligente como María-Teresa quiera encerrarse en un convento, renunciando a un porvenir que hubiera sido seguramente radiante... Otros superan la sorpresa, empiezan a recordar, a reflexionar... y dicen que sí, que será una espléndida religiosa.
  • El 23 de febrero se acerca... Otra pasión de Teresita había sido siempre la nieve, que no falta en Madrid durante el invierno. ¡Y para las batallas de bolas de nieve la Plaza de Oriente es el lugar ideal...!, como también lo era el patio de la escuela, donde Teresita se echaba a rodar entre risas. Las vísperas del día señalado, su amiga Consuelo le llama por teléfono: - "¿Estás contenta?" - "¡Contentísima! Va a ser un día feliz para mí... Y si la Virgen me concediese un gustillo que tengo...!" - "¿Cuál? Dímelo." - "Pues, que el día 23... nieve. Yo quisiera que aquel día todo, todo estuviese blanco..." Un deseo que recuerda otro igual, expresado muchos años antes por Teresa de Lisieux, para el día de su Profesión... Y, como Teresa, también María-Teresa González-Quevedo verá cumplido su deseo. El día antes de partir, el 22, pasa a despedirse su amiga Amparo, y observa con admiración el refinado vestido que lleva Teresita... Parece sorprendida por tanta elegancia... Teresita comprende y sonríe: "No te creas, Amparín; a mí me gusta vestir bien y todas estas cosillas me agradan, pero cuando entre en el Noviciado, todo esto se acabó, quiero llegar a ser santa, no quiero medianías." Más tarde, Consuelo le vuelve a llamar por teléfono..
  • - "Tere, te llamo para despedirte..." - "Adiós, Consola; ya ves qué buena noche ha quedado... no va a haber nada de aquello." (Se refería a la nieve). ¿Nada de nieve entonces? Pero como con Teresa de Lisieux, también ahora sucede lo imprevisible. Durante la noche una espesa nevada viste de blanco la gran ciudad de Madrid... y la mañana del 23 de febrero Teresita, feliz, da las gracias al Señor por la "delicadeza" que ha tenido con ella. ¿Coincidencia? Pero éste es su día, y la realidad es que ahora todo está cubierto de nieve, como lo había deseado... Y aquí Teresita se reserva un pequeño truco para evitar a la madre la última pena de la separación... Con un retraso "programado", cuando la madre la esperaba todavía para ir a misa, convence al padre y a su hermano Luis para acompañarla deprisa y corriendo al Noviciado de Carabanchel.En el Noviciado la recibe la Superiora, Sor María-Teresa Rodríguez, que, ignorando el deseo de la aspirante novicia comenta: "¿Quién sabe si Teresita le ha pedido nieve al Señor, como Santa Teresa del Niño Jesús?" Y Teresita responde sólo: "Me gusta mucho la nieve".Tomado de moscati @ mbx.clicnet.it

NOTA: José Luis Múzquiz de Miguel (Badajoz, 1912—1983, EE.UU.), ingeniero de Caminos, había pedido la admisión en el Opus Dei en 1940 y comenzó el Opus Dei en Estados Unidos y trabajó apostólicamente en diversos países del mundo. Falleció en 1983 con fama de santidad.