Historias recurrentes, el Marques de Gelves, las inundaciones de Mexico y el Maiz...

Viernes 13 de junio de 1622. La ciudad de México sufre tremenda inundación por imprudencia del propio virrey don Diego Carrillo de Mendoza y Pimentel, marqués de Gelves, quien quizo cerciorarse si era o no indispensable el desagüe, ordena suspender las obras del Canal de Huhuetoca y mando romper los diques y dejaron correr sobre el lago de Texcoco por el antiguo cauce las aguas del río Cuautitlán y de los lagos de Zumpango y San Cristóbal. Al paso de los meses, las aguas invadieron la ciudad situación que se repitió el siguiente año y en las sucesivas de 1626 y 1627.

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• El Marques de Gelves habia sido mandado por Felipe IV para tratar de desterrar el favoritismo y la opresión y la falta de órden, justicia y seguridad personal rampantes en la Nueva España.

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• Uno de los ramos en que puso mas su atencion fue el del Maiz, que de doce reales que era el precio comun de la fanega, se habia elevado a cuarenta y aun mas, proviniendo la carestía de que algunos ricos monopolizaban el grano, comprándolo a los hacendados a bajo precio, para revenderlo como les placía.

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• Y como tambien se enteró de que los ricos eran amparados por las autoridades, llegando al descaro algunos Regidores de repartirse entre si, los caudales que debían formar el Pósito... NOTAS: Pósito. (Del lat. posĭtus, depósito, establecimiento). m. Instituto de carácter municipal y de muy antiguo origen, destinado a mantener acopio de granos, principalmente de trigo, y prestarlos en condiciones módicas a los labradores y vecinos durante los meses de menos abundancia. 2. Casa en que se guarda el grano de dicho instituto. 3. Asociación formada para cooperación o mutuo auxilio entre personas de clase humilde... Recurrente: ( de recurren-entis). Que se vuelve a presentar despues de algun tiempo... El virrey obligó a los regidores a que restituyeran los caudales sustraidos y con ellos, mas diez mil pesos que puso de sus rentas, los cedió a la ciudad para que se comprara el maiz y se depositara en la Alhondiga para venderse en veinte reales, ademas abrio las trojes de los acaparadores y los obligo a vender a ese precio.