La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron...

La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Somos lo que recordemos haber sido y seremos lo que otros recuerden que fuimos

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Nombre: coahuilteco
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sábado, junio 11, 2005

Guadalupe Victoria y Mechor Muzquiz en 1826

La orden masónica del rito escocés había sido introducida en México antes de la independencia y de conformidad con los contemporáneos Dr. José María Luis Mora y Lorenzo de Zavala, sus miembros se habían opuesto a la adopción del federalismo en 1823-1824, (Zavala llegará a ser vice-presidente de la república de Texas de Sam Houston, preludio al México Mutilado)

La dirección y miembros del rito escocés parecía ser conservadora, esto es, favorecían un cambio mínimo de la sociedad (probablemente para conservar la fortaleza que daría la unión a la naciente primera república mexicana, segundo país en extensión en ese entonces).
Al rito escocés pertenecían el vicepresidente Nicolás Bravo, gran maestro de la orden, el general Mier y Te­rán, el senador del estado de México Molinos del Campo y el gobernador del estado de México, Melchor Múzquiz, todos relacionados con el estado de Mé­xico ya fuera como nacidos en él o como líderes políticos. La orden masónica del rito yorkino había sido organizada en la ciudad de México en el otoño de 1825, habiendo experimentado un rápido crecimiento con logias en todo el país. Su inclinación era evidentemente más liberal que la del rito escocés. Entre sus dirigentes estaban el secretario de Justicia y Asuntos Eclesiásticos, Miguel Ramos Arizpe, el secretario de Hacienda, José Ignacio Esteva, que era el dirigente principal masón más importante y el miembro más influyente del gabinete de Guadalupe Victoria, Lorenzo de Zavala, futuro gobernador del estado de México, el senador por Tabasco, José María Alpuche y el general Vicente Guerrero. Mientras que el Congreso se dividía en facciones políticas, el gabinete del presidente Victoria había caído en manos de los yorkinos y sus aliados a mediados del año electoral de importancia decisiva, 1826. El secretario de Ha­cienda, Esteva, y el secretario de Justicia, Ramos Arizpe, eran yorkinos, y el secretario en funciones de Relaciones, más Juan José de los Monteros y el se­cretario de Guerra, Manuel Gómez Pedraza eran enemigos conocidos del rito escocés, de conformidad con los historiadores contemporáneos Luis Gonzaga Cuevas, Lucas Alamán y Lorenzo de Zavala. En el estado de México, sin embargo, predominaba el rito escocés. El gobernador, general Múzquiz, era uno de los principales directivos de los escoceses y su Legislatura, tanto en dirección como en simpatía, era decididamente escocesa, y sus senadores y diputados cabían dentro del mismo alineamiento político. Sólo la captura de este estado rico y poderoso en las elecciones de 1826, escribió un cronista con­servador, permitiría a los miembros del rito yorkino mejorar los intereses del partido mediante el patrocinio y la influencia, aun cuando no se obtuviera el control del congreso y de la mayoría de los estados, al mismo tiempo. In­dudablemente los partidarios del rito escocés en el estado de México estaban decididos a conservar el control por la misma razón.
La facción que ganara el control de la mayoría de las Legislaturas en 1826, casi automáticamente con­seguiría la presidencia dos años después, (ver carta del 12 de diciembre de 1828 de Melchor Múzquiz a Guadalupe Victoria, previniéndole sobre el yorquino Joel R Poinsett)