La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron...

La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Somos lo que recordemos haber sido y seremos lo que otros recuerden que fuimos

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Nombre: coahuilteco
Ubicación: Muzquiz, Coahuila, Mexico

domingo, mayo 22, 2005

Los riesgos financieros que arrostró Miguel Múzquiz Aldape al fundar Rancho La Florida, nadie invertía, menos en el campo
El desempleo provocó un movimiento de repatriación que se concretó en 1930 Bajo la administración del presidente Herbert Hoover, pocos meses después del desplome de la Bolsa de Nueva York, que inició la época conocida como la Gran Depresión. La falta de empleo y la pobreza extrema de cientos de miles de trabajadores afectados por el desastre económico comenzaron a crear sentimientos de hostilidad hacia los extranjeros, a quienes veían como competidores desleales en un exiguo mercado laboral. En las páginas de La Opinión quedaron dramáticos testimonios de los testigos y protagonistas de las deportaciones masivas, especialmente de mexicanos, que se realizaron en la época. En 1930 el gobierno y el Congreso pidieron que se redujera el número de visas y estableció, por primera vez, la Agencia de Inmigración en la frontera. "Los mexicanos se convirtieron en una raza indeseable", explicó el catedrático Francisco Balderrama, coautor del libro Una Década de Engaño, La Repatriación Mexicana en los 30. Por si fuera poco, algunos de los repatriados no sólo se veían forzados a dejar todas sus pertenencias, sino que eran sometidos a abusos a ambos lados de la frontera. La Opinión reportó el 8 de abril de 1931 acerca de esos abusos. "Pese a los escasísimos fondos que los cesantes llevaban, [éstos] se quedaron entre los vistas aduaneros y los conductores de ferrocarriles", detalló el informe. Los repatriados podían llevar con ellos a México, sin pagar impuestos, ropa, muebles, herramientas, y hasta autos y camiones, "no obstante, 260 repatriados que llevaban todos sus papeles en regla, a la postre resultaron letra muerta ante los vistas aduaneros". Sin embargo, no todo era infortunio para los cesantes, ya que algunos "700 repatriados mexicanos recibirán pasaje gratis", de acuerdo al encabezado de una nota publicada el 2 de abril del mismo año en La Opinión. En este reportaje, el corresponsal especial de La Opinión informó desde Ciudad Juárez, Chihuahua, que 700 mexicanos repatriados o deportados de Estados Unidos salieron al sur de la República [mexicana] por ferrocarriles nacionales, "con pasajes que le proporcionó la delegación de migración aquí, atendiendo órdenes de la Secretaría de gobierno". Sin embargo, no todos los 50 mil mexicanos que salieron de California recibieron pasajes gratis, de acuerdo al Dr. Raymond Rodríguez, coautor del libro de Una Década de Engaño. "A algunos repatriados se les cobraba un centavo por milla", dijo Rodríguez, al mismo tiempo que soltaba una carcajada. "Era todo un negocio para la compañía ferroviaria y para el gobierno". Rodríguez tiene 75 años ahora, pero en esa época tenía 10 años y recuerda vivamente las adversidades de sus compatriotas, las cuales se volvieron "parte de la vida del mexicano". El autor del libro contó que su padre abandonó a su madre y a sus cuatro hermanos, "y se fue a México en 1936 por desesperación". "Aunque él tenía documentos para estar aquí y yo y todos mis hermanos éramos ciudadanos, prefirió dejar atrás a su familia y su casa en Long Beach por la frustración de vivir bajo antagonismo, sin oportunidades". "Bajo la administración de Herbert Hoover se aprobaron leyes para no darle trabajos a los mexicanos [y otros extranjeros]", asentó Rodríguez.