La vida de algun@s Muzquiz y sus conyuges, son novelas que fueron...

La Muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida. Somos lo que recordemos haber sido y seremos lo que otros recuerden que fuimos

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Nombre: coahuilteco
Ubicación: Muzquiz, Coahuila, Mexico

sábado, julio 30, 2005

San Julio Álvarez Mendoza

  • Nació en Guadalajara, Jalisco, el 20 de diciembre de 1866
  • Murió en San Julián (de Múzquiz) ver texto, Jalisco, el 30 de marzo de 1927
sacado del Santoral Latino Americano... ...La persecución religiosa lo sorprendió dedicado a su ministerio sacerdotal. Y desde 1915 se había desatado la persecución contra la Iglesia, luego sería legalizada en la Constitución de 1917, cuya paulatina aplicación llevaría al desenlace violento de 1926. Tal situación llevó al Episcopado mexicano a decretar la suspensión del culto público. El Excmo. Señor Arzobispo de Guadalajara, don Francisco Orozco y Jiménez, dejó en libertad a sus sacerdotes para concentrarse en la ciudad o permanecer al cuidado de sus fieles a pesar de las circunstancias. El Señor Cura Julio Álvarez optó por este segundo camino celebrando la Misa y administrando los sacramentos oculto en los ranchos. No creía poder ser uno de los "agraciados" sacerdotes que morían fusilados, porque decía:"Dios no escoge basura para el martirio" Sin embargo, el ejercito federal implementó actitudes de represión extrema, luego de que muchos católicos de la región se sublevaron contra las leyes anticlericales del Gobierno. El 26 de marzo de 1927, a las 16.00 horas, el Señor Cura Julio Álvarez se encaminaba al rancho El Salitre donde había de celebrar la Misa y confesar; le acompañaban dos jóvenes: Gregorio Martínez y Gil Tejada. Ya de camino vieron a los lejos una partida de soldados que venían en una "troca". El Señor Cura Julio se escondió, pero fue sorprendido y llevado ante los militares. Uno que venía con los militares se acercó al Padre Julio y le besó la mano. Al darse cuenta de su error, se justificó diciendo que era su padrino. El que mandaba a los soldados le preguntó al Padre que si era sacerdote, y él no lo negó; ahí mismo lo arrestaron. Así comenzó el camino al Calvario del Señor Cura Julio y de sus acompañantes. Fue llevado primeramente a Villa Hidalgo, Jalisco y de allí a Aguascalientes; posteriormente a León, Guanajuato, donde el General Joaquín Amaro decidió enviarlo a San Julián, Jalisco, pueblo pionero de la cristiada fundado por gentes venidas de San Julián de Múzquiz en Vizcaya. Lo condujeron atado y privado de alimento. Ya en San Julián, se le vio llegar a pie y atado a la silla del caballo, apenas si podía abrir los ojos, pero sin exhalar la menor queja, sumergido en profundo silencio, se preparaba para el martirio supremo.Era la madrugada del 30 de marzo de 1927. A las 5.15 horas, el capitán Grajeda condujo al Señor Cura al lugar donde sería fusilado, a una cuadra del Templo Parroquial; el Señor Cura Julio le preguntó: -"¿Siempre me van a matar?" -"Esa es la orden que tengo". -"Bien -repuso el Padre Julio- "Ya sabía que tenían que matarme porque soy sacerdote, voy a morir inocente porque no he hecho ningún mal. Mi delito es ser ministro de Dios, yo les perdono a ustedes. Sólo pido que no maten a los muchachos que me acompañan, porque son inocentes, nada deben" Cruzó los brazos, los soldados dispararon sus armas y el cuerpo inerte del Padre Julio quedó tirado en el suelo con tres balazos en el cuerpo y el tiro de gracia en la mejilla. Ese día, recuerdan los más ancianos, se levantó una tolvanera que impedía la visibilidad en Mechoacanejo. El cadáver del mártir fue abandonado en un tiradero de basura, próximo al templo parroquial, hasta que los habitantes de San Julián, enterados de que habían matado a un sacerdote, procedieron a buscarlo. El mismo día de su martirio, mientras se discutía si se velaba su cuerpo o no, uno de los presentes dijo: "El cielo concedió a este pueblo (San Julián) la gracia de que un mártir regara con su sangre este lugar bendito, cosa que no se concede a todos. Esta sangre es hermosa, es una herencia preciosa". En el sitio donde lo aprehendieron se colocó una lápida y una cruz; lo mismo se hizo en el lugar del martirio. El 23 de junio de 1956, el Excelentísimo Señor Arzobispo Doctor don José Garibi Rivera decretó iniciar el proceso ordinario para la causa de beatificación y canonización. En 1985 esta fama de santidad del Señor Cura Julio Álvarez creció todavía más con motivo del inicio del proceso de Beatificación del grupo de mártires presentado por la Comisión de la Conferencia Episcopal Mexicana. Con inmensa alegría, el 22 de noviembre de 1992, la Iglesia en México contempló la singular grandeza de que 25 de sus hijos, entre ellos el Señor Cura Julio Álvarez Mendoza, quienes por su entrega total y generosa a Cristo y a sus hermanos hasta la muerte, fueran beatificados por S.S. Juan Pablo II.El día 21 de mayo del año 2000 fueron canonizados los 25 beatos mártires, incluido el Beato Julio Álvarez Mendoza, por S.S. Juan Pablo II, mismo día en que fueron elevados hasta los altares de muchas de las iglesias por todos los rincones del Estado de Jalisco.